COMUNIDAD TRES RIOS
Tres Ríos es el distrito primero y ciudad cabecera del cantón de la Unión en la provincia de Cartago, de Costa Rica.
El distrito central (Tres Ríos) es el más pequeño en extensión territorial con apenas 2,30 kilómetros cuadrados y el más grande en tamaño es San Rafael, con 8,84 kms cuadrados.
En la época precolombina el territorio que actualmente corresponde al cantón de La Unión, estuvo habitado por indígenas del llamado reino Huetar Norte, que fueron dominios del cacique El Guarco. A inicios de la conquista el cacique principal de la región era Correque, hijo de El Guarco.
En el siglo XVIII algunos curas doctrineros procedentes de la ciudad Espíritu Santo de Esparza, que venían acompañados de indígenas de Salamanca, se dirigían a la ciudad de Cartago. En su paso se establecieron en el valle de los Tres Ríos, como se le llamaba en esa época al lugar. Lo hallaron tan de su agrado, que se establecieron allí, dando así origen a una población más estable.
Construyeron una pequeña ermita que se le dedicó a la Virgen del Pilar, cuya imagen había sido regalada por Monseñor Heredia, por lo que al incipiente poblado se le denominó pueblo de Nuestra Señora del Pilar de los Tres Ríos, o simplemente pueblo del Pilar. A los habitantes de Tres Ríos se les conoce como: "Pilaricos".
Tres Ríos es conocida mundialmente por su café. Los granos de café costarricense producidos en Tres Ríos poseen un sabor único reconocible en cada parte de su aroma y en cada sorbo de café oscuro matizado y audaz, convirtiéndolo en una combinación distintiva con la demanda global.
Mientras que Tres Ríos en sí es un pueblo bastante humilde, está rodeado de múltiples ciudades más grandes que ofrecen buena alimentación, vida nocturna y opciones de hospedaje, entre muchas otras comodidades.
El entorno natural de Tres Ríos inspira a los visitantes a reflexionar en serenidad tranquila y atrae a los más aventureros para caminar por los senderos empinados y descubrir maravillas entre la floreciente flora.
También existen zonas protegidas, establecidas para conservar la vida silvestre de la montaña. Las zonas incluyen la Zona Protectora Río Tiribí y la Zona Protectora Cerro la Carpintera. De las dos, el Cerro la Carpintera ofrece la experiencia más expansiva e inmersiva, con una asombrosa diversidad de flora y fauna. Múltiples especies de mapaches, pericos, conejos y ardillas hacen de esta una gran parada para cualquiera con un ojo matizado para la diferenciación de especies y una fascinación por el estudio ecológico. Para una aventura más deportiva, también puede practicar rappel en 19 plataformas en 2 áreas designadas, realizar un tour de canopy o caminar durante 30 minutos por el bosque para experimentar la vida silvestre de primera mano.
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